“Atravesar el COVID19: la importancia de la contención emocional en situaciones estresantes”

La vivencia frente a cada evento es siempre subjetiva y singular. Aún cuando un evento adverso (una guerra, una pandemia, una catástrofe natural) afecta a todos los miembros de una sociedad, cada persona responde de una manera diferente. 

Las personas que atravesaron el COVID19, tienen en común haber transitado la enfermedad bajo los mismos protocolos de tratamiento: asistencia médica o internación en los casos más agudos, y aislamiento en soledad.  

En este artículo me voy a referir a las personas que tuvieron una experiencia más aguda que la mayoría, en relación con los síntomas. 

Estos son algunos relatos:

Verónica expresó: “No puedo olvidar la imagen de los médicos cuando vinieron a mi casa a evaluarme, sus escafandras y la distancia física con la que me trataban. Cuando me dijeron que los tenía que acompañar para una eventual internación, no lo podía creer. Ni siquiera pude darles un abrazo a mis hijos, que mi marido los había ubicado en uno de los cuartos, ni decirles cuándo iba a volver. Agarré una campera, y mientras lloraba, caminaba hacia el pasillo, recuerdo que uno de los médicos me dijo: ´puede llevar el cargador del celular´, lo cual me confirmó la idea de no saber cuánto iba a durar ese suplicio. Uno se siente radiactivo, ya que te convertís en una amenaza hasta para tus seres queridos. Por suerte puedo contarlo y pude sobrellevarlo bastante bien”. 

Francisco contaba: “Le gané al virus. Sé que hay enfermedades terribles, y tal vez peores, pero el miedo a lo desconocido, el miedo a la gente, el miedo a contagiar a alguien, el miedo a que me internen y que nadie quiera acercarse, el saber que no hay cura aún, me hicieron tambalear anímicamente. Tuve muchos vaivenes, la pasé mal físicamente, tumbado, pero me sostuvo el imaginarme encontrándome con mis hijos, ellos fueron mi pilar”.

Fabián recuerda: “El día que me sentí mal, me fui a consultar, ni me despedí de nadie porque estaba seguro de que volvía al rato, y hasta fui solo. Cuando me dijeron que me iban a internar, me desplomé. No entendía nada. Siempre me sentí fuerte, pero en un momento dudé: ´¿Y si esto me pega mal y no la cuento?´. Hablar con mi novia me hacía muy bien, me daba una energía increíble escuchar su voz, pero físicamente el cuerpo no me respondía, estaba tirado como nunca. Hacía un esfuerzo enorme por escuchar música y me ayudó mucho meditar, aunque sea unos minutos, cuando podía. Lloraba de a ratos, varios días me daban ataques de llanto, porque veía que no mejoraba. Luego de llorar, decía: ´Listo, vas a poder´.

Para mí fue clave la palabra de los médicos que me alentaban cada día a ponerme fuerte y me aseguraban que volvería a mí casa. Hasta me hablaban de fútbol. Siempre estaré agradecido. Quiero transmitir que se puede”.

Para Eva: “Es una enfermedad muy rara, sentís que el coronavirus está adentro de tu cuerpo y eso te da como impresión. Me mataba la idea de no poder volver a ver a nadie más, pero cuando pensaba en eso, me forzaba a escuchar música o radio para no escuchar mis pensamientos. Lo que hacía mucho era visualizar, diferentes cosas, imágenes agradables, y me ponía a hacer planes de viajes. Lo peor fue la soledad, levantarme a buscar un vaso de agua me parecía un desafío. Cuando me sentía un poco mejor me comunicaba con mi familia, me daban una inyección de energía”. 

Lidiar con la incertidumbre

El impacto disruptivo del COVID19 nos presenta reacciones de personas “normales” enfrentando situaciones donde lo imprevisible, lo incierto, cubren todo el panorama. 

La incertidumbre atenta contra la capacidad de desarrollar defensas psíquicas y puede provocar una desestructuración. 

La angustia surge cuando la persona se ve desbordada emocionalmente y no puede imaginar cómo va a ser su evolución. Emociones de ansiedad, temor y angustia se caracterizan por ser una respuesta ante ante situaciones de falta de referencia, de desorientación, de desamparo y desvalimiento.

Contención psicológica

Por todo ello el desafío para los profesionales de la salud es desarrollar respuestas que permitan, dentro de este contexto, aumentar la inmunidad física y psíquica de la población. El armado de encuadres de sostén contienen la angustia del caos y genera un marco estructural de soporte para el psiquismo del paciente.

Es esencial contener, dar significado, conectar, elaborar la vivencia de angustia con palabras que permitan simbolizar y crear recursos para enfrentar la situación. Resignificar la vivencia, una vez atravesada, es fundamental para el psiquismo, para que no nos perturbe psicológicamente y no se genere lo que se llama estrés postraumático. 

Es muy importante ayudar a las personas afectadas, porque de esa manera pueden salir fortalecidas y aumentar su sentimiento de defensión y autoestima. 

El curso de la enfermedad es, para la mayoría de las personas, un evento estresante aunque no necesariamente patológico. La respuesta posterior puede ser resiliente, pudiendo elaborar los momentos angustiantes y salir fortalecidas, o puede generar, posteriormente a la recuperación, episodios de estrés agudo, estrés postraumático u otros estados anímicos como la denominada languidez. Lo que afecta a estas personas no es sólo el hecho de haber sido internadas, o por haber estado entubadas o al borde de la muerte, sino también por las consecuencias de esto en su vida. En algunos casos, he podido observar que ha sido mayor el impacto del alejamiento de sus familias que el provocado por los síntomas en sí mismos. 

Acerca del estrés

Estrés postraumático: trastorno caracterizado por la imposibilidad de recuperarse después de experimentar o presenciar un evento atemorizante. El trastorno puede durar desde meses hasta años y suele haber episodios que recuerdan el trauma y causan intensas reacciones emocionales y físicas.

En el estrés agudo los síntomas son semejantes, pero la duración es de un mes o menos.

Es esperable que después de una situación estresante se generen algunos de estos síntomas que son, en parte, un intento de reparación del organismo una vez superada la situación adversa. Generalmente desaparecen unas semanas después del acontecimiento estresante. 

Cuando la sensación de estrés se cronifica, puede suceder que la persona comience a sentir una suerte de «limbo anímico», un desinterés, que muchas personas refieren como desánimo, falta de fuerza o de entusiasmo, que si bien no es depresión, requiere un seguimiento.

Esta sensación está descripta como uno de las características del burn out, dado que lo que se siente ya no es esa tensión y ansiedad, típica del estrés, sino una especie de resignación que resulta abrumadora. Algunos autores han asociado a este estado con la languidez en lo anímico, falta de fuerzas, apatía y letargo.

El impacto suele ser diferente para cada persona, en función de distintos factores individuales, la experiencia ante situaciones similares, la capacidad de afrontar vivencias estresantes, el grado de autocontrol emocional, las habilidades personales y el apoyo social de la familia, amigos o referentes.

En los estudios sobre resiliencia (capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas o incluso ser transformado por ellas), se habla de un factor X, que indica que no se puede predecir cómo va a reaccionar una persona frente a un hecho disruptivo o traumático. Hay factores protectores de la resiliencia que se pueden estimular para favorecer la respuesta ante eventos estresantes. 

La experiencia en situaciones disruptivas a nivel social ha demostrado que los protocolos de apoyo psicológico para los diferentes grupos (pacientes, familiares de pacientes que han fallecido, profesionales) favorece los mecanismos de resiliencia, disminuye el impacto del evento y el riesgo de padecer trastornos de salud mental en un futuro.  

Conocer las distintas respuestas que pueden surgir ante la irrupción del COVID te puede ayudar a encontrar recursos internos para sobrellevarla de la mejor manera. 

(Si vos o un familiar enfrentaron o están enfrentado el COVID19, y puedes hacer un comentario que sea de ayuda para otras personas, puedes escribir tu experiencia). 

Si te interesa conocer más sobre el impacto psicológicos del COVID19, te invito a leer el siguiente artículo: ?https://valeriabedrossian.com.ar/impacto-psicologico-del-diagnostico-de-covid-19/


Lic. Valeria Bedrossian

valeriabedrossian@gmail.com
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