Síndrome de Otelo: celos patológicos

Shakespeare nos permite ver, una vez más, tanto los aspectos más luminosos como los más oscuros del ser humano, expresados a través de la tragedia. Arquetipos que podemos encontrar en nosotros mismos, en mayor o menor medida. 

Otelo es una obra que representa dramáticamente la debilidad psicológica que implican los celos en un contexto hostil.

Resumen de la obra

Otelo, un general que es nombrado gobernador, se casa con Desdémona, hija de un rico veneciano. El matrimonio es muy feliz en sus inicios. 

Yago es el tercer gran protagonista de este drama, quien se lamenta de no haber sido elegido teniente del noble moro Otelo, cargo que ha recaído en Casio. 

Yago envidia a Otelo y está dispuesto a destruirlo. Para lograrlo, se empeña en armar una trama de artilugios junto con algunos aliados para convencerlo de que su esposa lo ha engañado.

¿Cómo? Induciendo sospechas de una infidelidad entre Casio y Desdémona. 

Para ello, arma una escena para confirmar esas mismas sospechas, haciendo robar a Desdémona un pañuelo que había sido entregado por Otelo a su mujer e introduciéndolo en las habitaciones de Casio. 

Otelo (conocido como el moro de Venecia) es un hombre muy enamorado, apasionado e impulsivo. Ante la situación que le ha sido planteada, cegado por los celos, estrangula a Desdémona en su lecho, pese a que ella insiste en su inocencia.

Emilia, la esposa de Yago, se da cuenta por fin de que su marido ha sido el culpable de todo y cuenta la historia del pañuelo. Yago la mata. Para terminar, con Yago apresado y Casio presente, se evidencia ante Otelo uno por uno cada ardid de Yago. Otelo se suicida y cae sobre su esposa muerta.

En esta obra de Shakespeare se despliegan toda una serie de fenómenos a contemplar desde la perspectiva psicológica:

  • La debilidad psicológica que generan los celos.
  • La envidia que producen determinadas personas o parejas.
  • La influencia a la que se ven sometidas ciertas personas por quienes se dedican a distorsionar su percepción de la realidad en su beneficio  (Yago encontró el lado débil de Otelo y se dedicaba a sembrar ideas de la infidelidad de su esposa).
  • La dificultad de integrar la emoción con la razón, (Otelo no puede pensar; es cegado por los celos).
  • La difícil situación de Desdémona de no ser escuchada pese a insistir en su inocencia (Otelo, tan imbuido en su propia construcción mental no puede “verla”, sino que proyecta en ella la película que le ha sido impuesta).
  • El impacto del contexto en las conductas de las personas (las personas celosas son influenciables por las opiniones de otras personas o medios de comunicación).

¿Qué son los celos?

Los celos son la respuesta emocional de una persona ante la amenaza, real o no, de pérdida de su pareja o de su atención en beneficio de una tercera persona.

Se activan ante lo que la persona percibe como una amenaza, por eso tiene sentido la expresión que dice: “los celos nacen del miedo, no del amor”. 

Celos normales

Se dan cuando surge esa sensación de amenaza ante una situación puntual. Se pueden expresar o simplemente experimentar sin decirlo. Estos celos suelen ser proporcionales a la situación y no generan conflictos. Son ocasionales y desaparecen sin gran costo ni para uno ni para la relación.

 Celos patológicos

Se pueden producir ante una situación real, exagerada o incluso imaginada. Resulta perturbador para la persona y para la relación. Hasta puede suceder que la persona desarrolle sospechas imaginarias e infundadas, sin corresponder con la realidad objetiva.

Terminan generando un modo de relación basado en los celos.

Los celos patológicos pueden ir desde lo que se llama “respuesta emocional desmedida”, en el que por ejemplo, la persona a partir de una llamada se hace un mundo y se convierte en un tema de discusión o control. Esos son los celos patológicos más habituales. 

Otra variante se expresa como “rasgo de carácter”: esas personas que son celosas, desconfiadas, controladoras, que no la pasan bien ni tampoco transmiten tranquilidad a su pareja sin llegar a escenas perturbadoras. 

Síndrome de Otelo

El extremo de los celos lo representa el “síndrome de Otelo”: celos enfermizos. Es un trastorno delirante de tipo celotípico, una patología psiquiátrica que tiene como síntoma principal los celos. 

La persona está totalmente convencida de que su pareja le es infiel a pesar de no contar con motivos reales que lo justifiquen. Tiene como manifestación la idea incoercible de deslealtad de la pareja, encontrando indicios en argumentos o acciones absurdas.

Comportamiento irracional y actitud hostil hacia su pareja a quien acusa de infidelidad, y se comporta todo el tiempo dudando y ejerciendo control sobre ella.

Para quien lo padece resulta un infierno mental y para su pareja es una tortura: nada de lo que haga resulta garantía de lealtad porque la construcción delirante resiste toda lógica.

El comportamiento de quien se ve injustamente acusado es clave para no alimentar el delirio. Porque desde el sentido común, la lógica sería dar un explicación para aclarar las cosas. En este caso, suele ser insuficiente porque la creación de la película mental no está en la realidad objetiva sino que es una construcción interna de su mente. 

La vida de la persona acusada se ve limitada porque en lo sucesivo intentará no hacer cosas que puedan ser amenazantes para su pareja, lo cual puede convertir su vida en una condena, dado que haga o no haga las sospechas permanecerán intactas. 

El problema no está en lo que hace o deje de hacer sino en la película mental de su pareja. 

Quien padece celos patológicos construye su delirio con datos irracionales y pierde el tiempo tratando de hallar «pruebas» que confirmen sus sospechas, creando un clima de hostigamiento.

Cuando el pensamiento se vuelve irreductible, hay rigidez, imposibilidad de diálogo porque la convicción se vuelve irrefutable es señal de que no se trata de dar más explicaciones sino de consultar para tener una orientación. 

¿Qué hacer?

La indicación es la consulta psicológica y/o psiquiátrica porque es una patología con alta incidencia de conductas impulsivas en función de su convicción.

 


Lic. Valeria Bedrossian

valeriabedrossian@gmail.com
Facebook | Instagram | LinkedIn | Twitter

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.