Muchas personas utilizan las plataformas de citas de modo intermitente: durante algunos meses de modo intensivo, hasta que se agotan y deciden desactivarlas u olvidarlas por unos meses, hasta que alguna señal activa la necesidad de volver a “ver qué pasa”.
Hay expresiones que escucho a diario en las sesiones:
- “Me volví a descargar Tinder. Prefiero ver si conozco a alguien ahí, antes de volver con mi ex”. (Victoria, 30).
- “Hace una semana que ella no publica nada, pero sigue mis historias”. (Martín, 36).
- «Ya cortamos, pero me reacciona todo el tiempo, no entiendo si sigue enganchada o lo hace para que no me olvide de ella». (Juan, 42)
- “Estoy conociendo a alguien por Happn y siento como si nos conociéramos de toda vida por todo lo que compartimos”. (Luciana, 40).
Estas aplicaciones como Tinder, Happn y OkCupid poseen como función principal (pero no excluyente) la búsqueda de contactos sexofectivos.
El aislamiento ha impulsado aún más la tendencia a los vínculos remotos, aunque sea para lo que se llama “relaciones de superficie”: establecer contactos placenteros, (no necesariamente sexuales), reales y gratificantes, basados en compartir un momento de intercambio.
Turkle (2011) argumenta que aumentan la soledad y disminuyen la vida emocional de las personas.
Bauman (2013) advierte que exacerban el narcisismo y dificultan generar parejas duraderas y proyectos familiares. No obstante, reconoce que otorgan diversas herramientas para conocer a personas con algún grado de afinidad.
Otro tema pendiente es la continua y agobiante estetización del self en las redes sociales.
Castells (2009) plantea la convivencia de tres modos de comunicación en el siglo XXI. En primer lugar, la interpersonal, la forma tradicional de relacionarse cara a cara. En segundo lugar, la comunicación de masas, que alude al tipo broadcasting, como la televisión. Por último, la interacción que permiten las plataformas de redes sociales.
Lo que es innegable es que se ha transformado en una nueva forma de comunicación y contacto entre las personas que plantea nuevos desafíos.
El desafío de la comunicación digital en los vínculos
El comportamiento de las personas en las redes sociales muestra nuevos códigos de relación ya incorporados, pero aún no tan claros ni definidos en forma precisa.
Lo que sucede es que decodificar “lo que me está queriendo decir el otro” a través de estas señales, es un desafío; porque no hay un manual de manejo y lectura en cada red social.
Se presentan ideas, creencias, interpretaciones que pueden hacer caer en un océano de confusiones, dado que lo que primordialmente se maneja es una cadena de supuestos. Y el que supone, muchas veces contamina su percepción con sus propias creencias. Y si no puede chequear con el interlocutor sus percepciones, puede volverse una comunicación muy loca.
Cada uno responde a lo que interpreta, no necesariamente a lo que el otro le dice.
”Atribución” es el proceso de inferir las causas de los comportamientos o situaciones.
Fritz Heider la definió como un método para evaluar cómo la gente explica el origen de su propio comportamiento y el de los demás.
Las atribuciones que realizamos tienen una influencia importante en nuestras emociones y en nuestras relaciones.
“No me ve más las historias o los estados porque no está interesado en mí”. Esta es una proposición que tiene algo innegable. (Que ya no ve sus historias). Ahora, lo segundo es una atribución (Que no está interesado en ella).
Las atribuciones pueden ser acertadas o no. El problema es que luego olvidamos que la atribución es una suposición y actuamos como si las cosas fueran realmente así. La atribución generalmente adquiere valor de verdad y no se cuestiona. El poder tomar conciencia de la atribución lleva a poder cuestionarla, al menos tomarla como una hipótesis: Puede ser que no le intereso. O, en el mejor de los casos transformarlo en una pregunta: ¿Por qué no me sigue mis historias? Esa opción abre otras posibilidades que permiten, al menos, ver la forma de indagar directa o indirectamente por qué motivo eso sucedió, Y no quedarme tomado por la atribución, y no por la realidad en sí.
Si no chequeo directa o indirectamente esa interpretación que tengo, es como no darle lugar al otro y quedarme con mi propia película.
“Lo que nos perturba no son los hechos, sino lo que pensamos sobre ellos”. -Epicteto-
Toda conducta es comunicación
Aún un silencio está expresando algo. Un “visto clavado” sin respuesta, también; lo que “dice” está abierto a la interpretación del receptor. Y es clave cómo manejar la comunicación en esos intercambios. La destreza en la comunicación es fundamental en las relaciones, y se vuelve aún más determinante cuando las personas se encuentran involucradas afectivamente. Ahí cuesta mucho más leer esos mensajes; porque generalmente alguno de ellos no se anima a preguntar. “No le quise preguntar para que no pareciera un planteo”, “Como no me escribió desde el lunes, no creo que volvamos a salir”. La dificultad de preguntar por temor a “quedar expuesto” puede ser muy limitante y hasta llevar a perder la oportunidad de continuar una relación.
Una frecuencia demasiado espaciada entre mensajes puede ser interpretada como falta de interés. Por el contrario, una sucesión incesante de mensajes unilaterales, sin dar tiempo a una respuesta por parte del interlocutor, será vista por éste como una invasión a la privacidad.
Hay relaciones que se cortan y ambos se quedan con la sensación de no saber qué fue lo que pasó.
Son prácticas comunes “clavar el visto” y hacer ghosting, que refiere a dejar de comunicarse sin dar explicaciones con alguien con quien se entabló algún tipo de relación.
Nuevos desafíos
No estamos acostumbrados a pensar en cómo nos comunicamos. Y mucho menos a hablar de ello.
Y la comunicación en las redes sociales agrega un nuevo desafío que se agrega para saber cómo gestionar nuestros intercambios allí sabiendo identificar qué es lo que podemos tomar y qué no.
Es menester ocuparse de adquirir habilidades y conocimientos para aumentar nuestros recursos personales. No se trata de demonizar ni entronizar a la tecnología, sino de saber cómo pararnos frente a ella y obtener mayor bienestar.
Citas tomadas de: «It’s not you, it’s Tinder.» Gamification, consumption, daily management and performance in dating apps.
Lic. Valeria Bedrossian
valeriabedrossian@gmail.com
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