La idea de este blog es compartir artículos breves sobre temas de terapia, apuntes y reflexiones que resuenan en las consultas actuales tanto de mi experiencia personal como de mis colegas, que considero, pueden ser de ayuda a otras personas.
No son publicaciones académicas, ni están escritas con tecnicismos, porque la idea es generar conversaciones sobre temas que nos afectan cotidianamente.
Es una invitación a repensar temas relacionados con la psicología, la tecnología, las nuevas formas de comunicación, la creatividad, la innovación, y todo aquello que promueva la evolución del ser humano.
Muchas veces en mi vida, algunos textos que cayeron en mis manos significaron una verdadera medicina para mi alma. Fueron un alivio, una compañía, un guiño, una pista que me permitieron pensar algo de una manera diferente.
Desde mi experiencia, confío en el poder transformador de la palabra, los relatos, de la expresión artística así como también en el poder sanador de las relaciones.
Buscando una nueva Psicología.
Estudié Psicología en la Universidad de Buenos Aires. Desde siempre me interesaron la comunicación, las relaciones y su efecto en las personas. Me dediqué a estudiar qué es lo que hace que una persona logre cambiar, cómo facilitar ese proceso, qué papel juegan el contexto, las emociones y las ideas de uno mismo en el crecimiento personal.
A partir de esos interrogantes comencé un recorrido personal y de investigación con casos clínicos buscando una nueva perspectiva, dado que los modelos tradicionales no satisfacían mis expectativas. (Cuando yo misma hacía terapia me iba de las sesiones con una sensación de vacío. Nunca me sentía captada: Escuchaba palabras difíciles por parte de los terapeutas o incluso, luego de hacer un gran despliegue de mis temas, me encontraba con profesionales que no emitían palabra y me iba más desconcertada de lo que había entrado).
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Este artículo me resulta muy interesante porque me ha hecho reflexionar sobre mi tendencia a querer ayudar a los demás en exceso. Me di cuenta de que, en ocasiones, me he sentido agotado emocionalmente por tratar de satisfacer las necesidades de los demás antes que las mías. Ahora puedo identificar mejor este patrón y tratar de establecer límites saludables en mis relaciones interpersonales. Me gustó que el artículo señalara que el síndrome del salvador no es un diagnóstico oficial, pero es importante reconocer este comportamiento y buscar maneras de romper el patrón codependiente. Gracias por compartir esta información útil.
Gracias por tu comentario. Es esencial tomar conciencia de nuestra forma de relacionarnos. De nuestros patrones arraigados, para poder relacionarnos mejor! Gracias!